Números
Lección 21 Capítulos 16, 17, 18 continuación
En nuestra última lección nosotros comenzamos un bloque de Escritura de 3 capítulos en Números, que busca hacer claro a todos que el Sacerdocio es central para la relación de Israel con Jehová. Y que la jerarquía de santidad que Dios establece, primero con Levi siendo separado aparte de Israel para santidad especial como Sus siervos, y segundo con los Levitas mismos siendo divididos en dos grupos llamados Levitas y Sacerdotes, era inalterable. Lo que el Señor establece, el hombre no cambia. Quien el Señor decide que sea Su especie humana de sacerdotes no puede ser actualizada y sin duda alguna abrogada.
En la historia que comenzó en Números 16 nosotros encontramos una condición general de molestia y malestar entre el pueblo de Israel. Ellos están desmoralizados por el cobarde reporte de 10 de los 12 exploradores y la subsiguiente decisión del liderazgo de evadir la conquista de Canaán, su Tierra Prometida.
La gente estaba emocionalmente inestable y querían cambio; un nuevo liderazgo parecía ser un buen lugar para comenzar. Una cosa es que el hombre ocasionalmente busque remover un grupo de líderes y reemplazarlos por otros; y otra cosa es que el hombre trate de usurpar la voluntad de Dios según fue el caso con esta rebelión. .
Coré, un Levita que estaba insatisfecho que la línea de Aarón (una línea de familia que también es de la tribu de Levi, pero de un clan diferente al suyo) es la única línea de familia que puede ser nombrada como un prestigioso Sacerdote. Aunque la tribu entera de Levi es separada de Israel para una santidad especial y servicio a YHWH, a los Sacerdotes se les ha dado un grado aun mayor de santificación que a los otros Levitas y con el Sumo Sacerdote (actualmente Aarón) siendo dado el grado más alto de posible santidad para cualquier hebreo (salvo Moisés). Coré está celoso y disputa esto; el reta la posición de Aarón y la quiere para él mismo y quiere que el sacerdocio sea distribuido más uniformemente entre los otros clanes Levitas. Esto era un comportamiento típico de una sociedad tribal, donde las tribus, estaban en un ciclo interminable de competir entre ellos mismos para dominio, estatus y poder.
Pero la mayoría de la tribu de Levi (aquellos que NO eran del clan de Aarón) no eran los únicos quienes tenían un interés personal; nosotros encontramos que 2 de los líderes de clan de la tribu de Rubén estaban retando a Moisés por su trabajo como el máximo líder y autoridad sobre Israel. El fundador de la tribu de Rubén (Rubén) había estado muerto por al menos 300 años, por lo que Números 16 está refiriéndose a sus descendientes. Rubén, el hijo primogenitor de Jacob, esperaba que él (y por lo tanto su futura tribu) llegara a ser la tribu dominante entre las 12 tribus de Israel, al igual que él completamente esperaba que se le otorgara el papel de liderazgo sobre Israel por medio de su derecho de primogenitura como hijo primogénito de Jacob y por consiguiente recibiendo la acostumbrada bendición de Primogénito de su padre. Pero Jacob rechazó a Rubén y rehusó darle la bendición de Primogenitura, y por lo tanto, la autoridad de primogénito; este acto humillante iba a impactar a la familia de Rubén (y eventualmente a la tribu) de una manera negativa de ese momento en adelante.
En vez Jacob dividió las provisiones de la bendición del primogenitor que debieron de haber ido a Rubén, dándole el derecho a liderazgo de la nación de Israel a Judá, y el derecho de heredar la porción más grande de riquezas a José. Los descendientes de Rubén (aun hasta después de todo este tiempo) no habían aceptado esta humillación ni habían superado la pérdida del estatus de liderazgo que ellos sintieron que debió de haber sido suyo. Como resultado, en este momento nosotros encontramos 2 líderes de la tribu de Rubén (Datán y Abiram) retando la posición de liderazgo de Moisés como líder de Israel; ellos querían el trabajo. Junto con Coré, Datán, y Abiram habían 250 líderes de otras tribus Israelitas quienes también deseaban remover a Moisés y Aarón de la posición establecida por Dios, y quedarse a cargo del liderazgo de la nación de Israel para ellos mismos.
La solución de Moisés fue dejar que Dios lo manejara por medio de una demostración pública: cada uno de estos líderes rebeldes puso carbones calientes en un incensario, puso incienso encima, y tomó la humeante mezcla a la entrada de la Tienda de Reunión. Luego Dios de una manera inexplicada resolvería el problema de quien sería esos pocos (Sacerdotes) que tendrían acceso a los aposentos interiores de la Tienda sagrada, y quien tendría control sobre todo Israel.
Vamos a volver a leer desde Números 16:16 hasta el final del capítulo para mejor recordar lo que nosotros leímos la semana pasada.
Volvamos a leer NÚMEROS 16:16 – 35
Coré y los 250 líderes y aparentemente una cantidad de otros (refiriéndose como la comunidad entera, aquellos que estaban del lado de los rebeldes) hacen según se les instruyó y se presentan a la entrada de la Tienda de Reunión con sus incensarios. Sin duda alguna, esto NO fue en la puerta que era la entrada a la Tienda del Santuario misma, sino más bien al portón hacia la entrada del Patio del Tabernáculo, donde todos se reunían.
Entonces la Presencia de Dios (kavod, gloria) apareció delante de todo el mundo y el Señor habló a Moisés y Aarón y les dijo que se pusieran a un lado, que Él iba aniquilar a todo el mundo que estaba involucrado. Ahora debió de haber sido que solo Moisés y Aarón escucharon a Jehová hablar, sino ciertamente todos estos hombres se hubieran puesto pálidos y hubieran corrido para salvar sus vidas. Y como ha sucedido en el pasado, el Mediador de Israel cae de rodillas y le ruega por misericordia para estos mismos hombres cuya meta era deshacerse de Moisés y Aarón en un golpe maestro. Más adelante en el verso 22, Moisés le pregunta, “¿acaso tu enviarías tu furia a una comunidad entera por un solo hombre que pecó?”
Obviamente este hombre al que se está refiriendo es Coré, el instigador de todo este problema. Al menos según el punto de vista de Moisés era Coré quien aparentemente agitó a Datán y Abiram, quienes después ayudaron a Coré agitar a los otros. Pero entiende que lo que está siendo discutido aquí: el tema es castigo colectivo.
Obviamente no cada uno de los hombres era culpable exactamente de la misma manera a los otros, ni tampoco es el nivel de participación universalmente igual entre todos ellos. Moisés está reconociendo y cuestionando este principio de castigo colectivo, y si Dios está serio en actuar en ese principio en este caso.
Ahora todo esto se puede poner un poco confuso porque la Biblia continúa usando la palabra “comunidad” una y otra vez, pero la misma realmente cada vez se está refiriendo en cierto modo a un grupo diferente de personas. No es nada diferente a cuando nosotros señalamos a una parte de ese grupo de personas y decimos “esas personas”. El término hebreo ha-edah, lo cual es lo que están traduciendo aquí a la palabra comunidad, es un término flexible y universal que es usado para referirse a casi cualquier asamblea de personas cuando son de una raza en común, o que llevan a cabo una acción en común, o que están de acuerdo en una decisión en común. Por lo que la comunidad que se presentó en la Tienda de Reunión con los rebeldes fueron aquellos que estaban del lado de los líderes rebeldes. Cuando la presencia del Señor se apareció a la comunidad entera (en hebreo kol ha-edah) la misma fue que todo el mundo en la nación de Israel podía ver Su presencia. Cuando Dios le dijo a Moisés que se alejara de esta comunidad porque Él los iba a destruir se estaba refiriendo a esos rebeldes y a los que los apoyaban. Cuando Moisés le pregunta a Dios si Él destruiría a kol edah…..la comunidad ENTERA….debido al pecado de un hombre, esto se estaba refiriendo nuevamente a todo Israel.
Cuando nosotros lleguemos al verso 26 y Moisés le dice a la comunidad que se alejen de las tiendas de los hombre malvados, la referencia a la comunidad en este caso era para todos aquellos que NO estaban del lado de los rebeldes. Y esto es enfatizado cuando Moisés les dice a los inocentes que se separen de estos rebeldes, y que ni tan siquiera toquen ningún artículo que le pertenezca a ellos, no sea que terminen siendo parte del castigo colateral cuando los culpables sean castigados.
Nosotros encontramos este principio de separación tejido a través de la Biblia entera, Antiguo y Nuevo Testamento. Los creyentes tienen que estar separados de los no Creyentes. Lo puro de lo impuro. Los pecadores de los salvos. Las ovejas de las cabras. Lot tuvo que ser separado de los paganos de Sodoma o él iba a ser parte del daño colateral. El truco es poder discernir cómo y cuánto los justos de Dios deben separarse de los injustos. Los Esenios de los días de Yeshua tomaron ese principio a un extremo y crearon colonias separadas con reglas severas de membresía; ellos hasta establecieron sus sedes centrales en el desierto lejos de todo el mundo en un lugar ahora llamado Qumran. De hecho, El Mesías, no aprobó esta extrema separación y así lo dijo. Por otro lado como creyentes a nosotros se nos dice directamente en la Biblia que no nos asociemos con asesinos, ladrones, y aquellos que no le pertenecen al Señor. Nosotros debemos estar en este mundo pero no DE este mundo.
Date cuenta que nosotros encontramos varias cosas sucediendo a la vez en este episodio. Primero, era que SOLO Coré y los 250 líderes y sus séquitos que se presentaron en la Tienda de Reunión para esta prueba con los incensarios. Recuerda que Datán y Abiram rehusaron venir a este evento cuando Moisés les dio orden de comparecencia.
Y como ellos estaban en esencia diciendo que eran ellos y no Moisés los que debían estar dirigiendo, es fácil visualizar porqué ellos rehusaron responder cuando Moisés los mandó a comparecer: ellos estaban enviando un mensaje que ellos no aceptaban la autoridad de Moisés ni tampoco nadie más debía de aceptarla.
Por lo que como ellos no fueron, el verso 25 dice “Moisés se levantó” y fue a las tiendas de Datán y Abiram con los ancianos de Israel (ancianos quiere decir los representantes oficiales del pueblo de Israel) saliendo por la entrada del Este hacia el Patio del Tabernáculo aventurándose al lado sur del campamento donde las tribus de Datán y Abiram acampaban. Es importante recordar que la tribu de Levi acampaba contiguo a la tribu de Rubén, por lo que ellos formaban como un vecindario.
Cuando Moisés se presentó en las tiendas de Datán y Abiram ellos salieron a confrontarlo; Moisés pronunció juicio sobre ellos. Él dice ‘si éstos mueren como mueren todos los hombres o si sufren la suerte de todos los hombres, entonces NO fue Jehová quien estaba ordenándome hacer todo esto. En otras palabras si Dios no les hace algo espectacular a ellos entonces ciertamente ellos debieron de haber estado en lo correcto: Moisés no era el líder legítimo de Israel.
Por otro lado, Moisés dice que si la tierra se abre y se los traga entonces ellos estaban equivocados y la muerte es su castigo. Bueno, tan pronto Moisés terminó hablando la última silaba la tierra repentinamente y violentamente se abrió debajo de las tiendas de Datán y Abiram y aquellos que les rodeaban que estaban del lado de ellos, y todos ellos cayeron en la profunda grieta y perecieron. Los muertos incluía la familia de Coré y todos aquellos en su clan que estaban de su lado; mujeres, niños, todo el mundo. Hasta sus tiendas y sus posesiones materiales cayeron en la enorme grieta de la tierra. En otras palabras cada vestigio de las vidas de estos rebeldes, toda evidencia que existió de ellos, fue eliminada por Dios en el momento de Su furia.
Y todos los Israelitas que vieron lo que sucedió (presumiblemente los inocentes) huyeron en un pánico por miedo a caer en esta enorme grieta.
El último verso del capítulo luego cambia de lugar; somos traídos de regreso del lado sur del campamento donde Moisés había caminado, al lado este y a la entrada de la Tienda de Reunión. Allí Coré y los 250 hombres quienes se habían presentado con sus incensarios no autorizados para retar la jerarquía establecida por Dios; hombres que no tenían estatus suficiente para tan siquiera acercarse a Dios fueron quemados vivos con el fuego que salía de la misma presencia de Dios. Si esto no es un buen retrato del Infierno, el Lago de Fuego, y el máximo castigo de la persona no justa yo no sé qué será.
Los rebeldes, sus familias, y todo lo que les pertenecía fueron eliminados de Israel porque ellos se habían llegado a ser impuros ante los ojos de Dios. Recuerda unos cuantos años anteriores algunos hombres también habían ofrecido un “fuego extraño” a Dios y ellos sufrieron el mismo destino: Nadab y Abiú, hijos de Aarón. Pero Nadab y Abiú tenían es estatus propio y tenían el derecho a ofrecer incienso a Dios; estos hombres rebeldes, solo destruyeron, y ellos no tenían el estatus.
El problema fue que Nadab y Abiú ofrecieron carbones de algo que no era del Altar de Holocausto, el cual era el ÚNICO lugar permitido para que salieran esos carbones. Por lo que el pecado en contra de Dios cometido por Coré, Datán, y Abiram y los 250 hombres era aún peor que lo que Nadab y Abiú habían hecho. En este caso de Nadab y Abiú solo ELLOS sufrieron el juicio divino ya que actuaron por su propia cuenta; en el caso de Core, Datán, y Abiram, sus familias inmediatas completas al igual que cualquier otro que estuvo de acuerdo con lo que ellos estaban haciendo fue destruido.
Luego dice que todos los rebeldes fueron al Seol. El seol era el lugar de los muertos, la tumba. El mismo era visto como un lugar que estaba debajo de la superficie de la tierra. ¿Estaba el Seol contemplado en esa era de la misma manera que nosotros lo vemos, como un lugar donde Satanás y sus demonios seguidores moran? ¿Cómo el Infierno o el Hadés, un lugar de fuego y de tormento eterno para las almas perdidas? No, no lo era. De hecho ellos todos no estaban muy claro de que era Seol aparte de que era la tumba y en la misma una clase de vida después de la muerte existía. Ellos no estaban claros de lo que sucedía al morir con el cuerpo físico en el Seol, después de la muerte, aparte de la descomposición normal. Ellos no estaban claros de lo que le sucedía a la existencia de aliento que nosotros generalmente llamamos alma. Nosotros vamos a encontrar a través de la Torá que los Israelitas estaban bien preocupados de lo que le sucedía a ellos después de la muerte, porque el Seol era visto como el destino de todo el mundo, no solo para los malvados. Pero una de las peores cosas que le podía suceder una vez en el Seol era que los gusanos se podían comer el cuerpo de uno. Y en ocasiones eso era lo que se pensaba como un castigo divino para aquellos quienes habían muerto en un estado no justo.
¿Por qué esta preocupación exorbitante sobre lo que sucedió a sus cuerpos después que estaban muertos? Primero, ellos no tenían concepto del cielo o vivir con Dios. Recuerda ellos pensaban como los egipcios; y los egipcios pasaron sus vidas enteras preparándose para la muerte. La vida después de la muerte era predicada en la preservación del cuerpo físico por consiguiente el deseo para embalsamar y el lugar protegido para los cuerpos que permanezcan después que ellos mueran. Por lo que Israel no practicó el culto a la muerte o la preservación del cuerpo de los egipcios per se, ellos si tenían en sus mentes el dilema de lo que SÍ le sucedía a ellos después de la muerte y qué hacer con eso y como preparase para eso. El punto principal del castigo que es expresado en esta historia (al caer dentro de la grieta e ir abajo al Seol) era que estas personas murieron por mano de Dios; o para enfatizar el punto un poco más, ellos murieron prematuramente como consecuencia de su conducta. Y morir antes que se termine del tiempo de vida de uno era visto como una cosa terrible y era una cosa grandemente temida.
La semana pasada yo les dije que una de las lecciones principales que nosotros debíamos tomar de esto, es que la redención no solo puede ser rechazada en primer lugar; la misma puede ser dada para atrás por voluntad propia del que la recibió. Al igual que Coré, Datán, Abiram, y cientos si no miles de sus seguidores habían determinado escoger sus vidas anteriores en Egipto en vez de permanecer con su redención DE Egipto la cual ellos ya habían recibido por Dios, así mismo es con nosotros los creyentes modernos.
Pon el énfasis en escoger; porque todos estos rebeldes ESCOGIERON ir con Israel cuando ellos se fueron de Egipto….ellos ciertamente no fueron forzados a irse….y estos mismos rebeldes ESCOGIERON hacer para ellos mismos lideres nuevos quienes los llevarían de REGRESO a Egipto. Ellos ESCOGIERON entregar su redención. Esto trabaja de la misma manera para nosotros. Nadie puede tomar nuestra redención, y no hay ningún lugar que nosotros podamos ir donde llega a ser inválida. Pero….al igual que nosotros escogemos aceptar nuestra redención, nosotros podemos escoger el dejarla ir. Y, trágicamente, un número innumerable de personas ya han escogido, y muchas más van a escoger, regresar a Egipto.
Pero aún más trágicamente es lo que nos sucede a nosotros cuando rehusamos, o entregamos, nuestra redención; y la misma es demostrada a todo color aquí en Números 16. La consecuencia es que nosotros estamos completamente destruidos; no hay esperanza; no hay futuro. Todo lo que nosotros hemos trabajado toda una vida para construir se convierte en nada. Y tal vez peor aún es que (particularmente como líderes masculinos de nuestra familias y congregaciones), nosotros tenemos la habilidad de dirigir a otros lejos de la redención. Nosotros podemos influenciar las decisiones de otros. Y, ellos pueden sufrir el mismo destino de nosotros debido a nuestra rebelión. ¿Un pensamiento solemnizador, verdad?
Escucha a Juan 15:
LBLA Juan 15:1 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Cada (rama) que ES parte de Jesús pero falla en dar frutos será CORTADO. ¿Y qué sucede con aquellos cuyas ramas son cortadas que una vez eran parte del Mesías? Ellos son echados, secados, y luego son tirados al fuego donde son quemados. Bastante claro.
Pero permítanme mostrarle otro principio fundamental de Dios que es demostrado aquí y es esta: no todo el mundo se le permite acercarse a Dios. De hecho solo los redimidos que son declarados SANTO en algún nivel mayor pueden venir cerca del Señor. En muchas ocasiones yo he hecho referencia a Pablo, Juan y otros en el Nuevo Testamento quienes aluden a creyentes siendo como “sacerdotes” para el Señor. Y yo creo que esto es tanto metafórico como literal hasta cierto grado. Nosotros encontramos aquí en Números que Jehová declara que SOLO los sacerdotes pueden venir cerca de Su presencia. Y aun así eso es hasta cierto grado y basado en estatus. Los Sacerdotes regulares pueden venir cerca de Él pero solo hasta cierto grado de cercanía; es SOLO el Sumo Sacerdote al que se le permite venir cerca de SU gloria pero aun eso está limitado a un día al año…..en Yom Kippur.
Aquellos que intenten acercarse a Dios pero que no están considerados por Dios a ser sacerdotes son destruidos, como lo fue Coré y el resto del grupo. ¿Por qué? Porque ellos no estaban autorizados a estar en Su presencia.
Una de las MUCHAS cosas que la Salvación logra es darnos acceso autorizado a Dios. Dios, por medio de nuestra fe en Yeshua, Jesús nuestro Mesías, nos autoriza a venir a un lugar que a nadie más se les permite bajo ninguna circunstancia: cerca de Él. Date cuenta la dinámica y la jerarquía establecida en Israel: Moisés es el único Mediador. No HAY acceso a Dios sin ir a través de Moisés, el Mediador. Aquellos que tratan de remplazar al Mediador o tratan de ir por otro medio que no sea el Mediador puesto por Dios no solo fueron rechazados; ellos fueron destruidos sin esperanza de volver a ser reincorporado.
Nuestro ÚNICO acceso posible a Dios es por medio de Yeshua, nuestro Mediador. Nosotros debemos venir a Yeshua antes de poder acercarnos a Dios (No, yo no me estoy olvidando que Yeshua ES Dios, pero ese es otro asunto inescrutable). Fue Moisés quien ungió al sacerdote original en nombre de Dios. Fue Cristo el que debe ungirnos a nosotros con el Espíritu Santo, el cual actúa como nuestra autorización oficial de venir cerca a Dios. Pero aun ahí hay una limitación de como cuan cerca de Él se nos permite acercarnos en nuestra condición presente. Porque aun cuando Él nos ha dado unos espíritus nuevos y puros, estos cuerpos todavía están hechos de material corrupto. Nuestras mentes todavía tienen inclinaciones hacia el mal. Por lo tanto a nosotros se nos dice de un tiempo donde nosotros vamos a tener un cuerpo nuevo hecho de material incorruptible y unas mentes nuevas que ya no van a recordar los tiempos pasados; es ENTONCES donde nosotros vamos a poder acercarnos aún más al Padre.
Ahora yo no les puedo decir si los autores del Nuevo Testamento sencillamente vieron una correlación directa entre la habilidad para la gente común (hebreo o gentil) acercarse a Dios por medio de Cristo y por consiguiente como parte de este entendimiento sacaron esta analogía que nosotros los discípulos de Yeshua somos “como sacerdotes” en ese respecto. O podria ser que Dios realmente y literalmente nos ve a nostros como SU sacerdocio “nuevo” y transformado. Todo esto está abierto para discusión.
Pero lo que yo si les puedo decir es que el patrón para CÓMO a uno se le permite acercarse al Señor fue establecido hace mucho tiempo atrás, y los DETALLES de ese patrón son explicados, aquí, en la Torá.
Vamos a movernos a Números 17.
LEER NÚMEROS 17: 1 – 15
Debajo de la pila de restos humanos carbonizados hay más de 200 incensarios de cobre pertenecientes a estos rebeldes quienes presumían ignorar los requisitos de Dios que solo a los sacerdotes se les permitía ofrecer incienso a Él. Pero nosotros tenemos un problema; al igual que el ser removido del Santuario puede contaminar articulos santos, cosas comunes que no eran intencionadas para propósitos sagrados pueden CONTRAER santidad al ser ofrecido a Jehová.
Es bastante parecido como los principios de puro e impuro a través del cual la impureza puede ser transmitida de una cosa a persona a otro como un virus contagioso.
Por lo que el Señor ordena a Moisés que le instruya a Eleazar el sacerdote que lleve a cabo la tarea desagradable de cernir a través de todos esos cuerpos carbonizados y remover esos incensarios derretidos que habían llegado a ser santo por medio de haber sido ofrecidos a Dios en Su presencia. Date cuenta que el verso 2 los carbones usados en los incensarios de esos rebeldes tenían que ser removidos del área (el área siendo el patio exterior del Tabernáculo); esto era porque los carbones no fueron tomados del gran Altar de la Ofrenda de Holocausto (el cual era un requisito para las ofrendas para el Señor que tenían que ver con fuego). Estos eran carbones común y corriente que cada uno de estos rebeldes había traído de sus fogatas que se encontraban en sus propios campamentos. Por lo que estos carbones debían ser tomados lejos del área sagrada y ser desechados.
Pero los incensarios que habian contraido una medida de santidad que no estaban autorizados a tener, tenían que ser tratado de otra manera. La solución era martillarlos en una tapa para la canasta de fuego del Altar. Esto sirve dos propósitos: 1) la misma servía como propósito práctico de mantener los carbones guardado del Altar calientes por la noche; y 2) el mismo servía como un recordatorio para las personas de lo que sucede cuando una persona no autorizada traspasa el área sagrada. Por lo que nosotros vemos otro patrón surgir: Dios en ocasiones establece ordenanzas y regulaciones como RECORDATORIOS para que Su pueblo le obedezca a Él. ¿Por qué las personas debían usar Tzitzit? Los mismos fueron el resultado directo cuando el hombre recogió la leña en el Shabbat, y pagó el precio máximo: pérdida de ambas vidas física y espiritual. Ese hombre falló en observar uno de los tiempos señalados de Dios, y el Señor ordeno los Tzitzit como una ayuda visual para ayudarnos a evitar esa misma suerte.
Como cada Israelita iba a tener que venir regularmente al Tabernáculo con su ofrenda de sacrificio, ellos iban a tener que ver la tapa para el Altar hecha de los incensarios de aquellos rebeldes quienes fueron quemados por pensar menos del sacerdocio de Dios y recordar lo que sucedió. Esto les recordaría a las personas de lo que sucede cuando meros hombres presumen declarar quién o qué es sagrado fuera de lo que Dios declara.
Pero acaso sabrías: aun con el hedor de esos ardientes cuerpos persistentes en el aire la mayoría de la comunidad de Israel aun no lo captaron por lo que ellos levantaron una protesta en contra de Moisés y Aarón. Esto sería absolutamente graciosísimo si no fuese tan peligroso, e irreverente, y tonto. Ellos les dicen a Moisés y Aarón, “Tú has traído la muerte sobre el pueblo de Dios”. Increíble. Pero según he tratado intentado demostrarles en muchas ocasiones nosotros debemos captar este pueblo de Israel en este momento era más egipcio en su manera de pensar que hebreo. Todo el Medio Este creía en hechiceros y sacerdotes cuyo trabajo era menos una cuestión que SERVIR sus dioses que descifrar como manipular esos dioses para sus propios propósitos. Lo mismo era en Egipto donde se creía que un buen sacerdote o un mago podían hacer que un dios u otro hicieran su competencia. Y esa manera de pensar al igual formaba mucha de la base del pensamiento hebreo sobre Dios en esa era.
Por lo que aun cuando las personas muy bien sabían que Moisés y Aarón no habían personalmente prendido fuego a esos 250 hombres a la entrada al Tabernáculo, ni habían ellos hecho una gran grieta en la tierra para que se abriera y se tragara a todos esos hombres y sus familias, ellos SI creyeron que Moisés y Aarón habían manipulado a Dios para que lo hiciera por ellos. Y sabes es como contratar a un asesino a sueldo celestial. Y tristemente, otra lección fue necesaria.
Una vez más las personas se rebelaron, y una vez más la presencia de Dios apareció y anunció Su intención de desaparecer este grupo grande de protestantes. ¿Acaso era el plan de Dios aniquilar a TODO Israel? No, solo más bien el grupo grande de contingente de aquellos quienes sintieron que había sido injusto por parte de YHWH destruir los 250 en el Tabernáculo y también esos cientos, o tal vez miles, quienes cayeron en una gran grieta en la tierra. Y una vez más Moisés y Aarón cayeron en sus rostros (esto indica oración) y le suplicaron a Dios que no destruyera lo que probablemente llegaba a cientos de miles de personas. Y una vez más Dios les dice a Moisés y Aarón que se separen lejos de esas personas porque VA a ver retribución divina.
Porque será que Dios continúa diciéndole a Moisés y Aarón que “se separen” de la comunidad de esos que Él planifica destruir? ¿Acaso Dios va a desaparecer los buenos junto con los malos? Contestación: ¡ABSOLUTAMENTE! ¿Acaso eso te impresiona o te molesta un poco? Bueno yo espero que sí. Nosotros tenemos ejemplos uno detrás del otro en la Palabra. La manera en que funciona es esta: el justo va estar afectado por el mismo derramamiento de ira o desastre natural como el malvado, si ellos NO se separan de los malvados.
En Génesis, aun cuando la manera de pensar de Lot había llegado a estar equivocada el aun fue considerado lo suficientemente justo para NO ser contado entre los malvados de Sodoma. Aunque, Lot tuvo que ser literalmente arrastrado fuera de la ciudad por dos ángeles porque si no lo hubiesen hecho, él hubiese sido destruido cuando la ciudad fue destruida por fuego del Cielo. La esposa de Lot no se separó suficientemente de la ciudad (aun cuando a ella se le dió esa oportunidad) y por lo tanto cuando ella paró para mirar para atrás y añorar lo que había dejado atrás y por consiguiente se convirtió en una estatua de sal.
Cuando el Señor determine destruir la tierra en un gran diluvio, ÉL primero le dijo a Noé que construyera un arca para salvar a su familia, el diluvio fue completamente indiscriminado; el mismo mató a todo el mundo. Solo aquellos quienes ESCOGEN obedecer a Dios y separarse de los malvados son los que escapan.
De regreso en Egipto, Dios fue a través de todo Egipto y mató a todos los primogénitos de todos los hombres y animales. No importaba si el primogénito era hebreo, egipcio, sirio, árabe, o lo que fuera. No importaba si era un hombre bueno o un hombre malo. Si tú eras un primogénito tú ibas a morir. EXCEPTO……Dios proveyó un medio para aquellos quienes confiaban en Él lo suficientemente para separarse del desastre nacional. Ellos tenían que pintar la sangre del Cordero en los dinteles de sus casas. Y si lo hacían la sangre servía como barrera (una línea divisoria) entre ellos y los otros y por consiguiente no fueron matados.
Como creyentes cuando nosotros permanecemos pegados a los caminos del mal y con personas malvadas en este mundo, nosotros nos ponemos en grande riesgo de ser daño colateral cuando Dios juzgue al mundo. Permítanme ser claro: al decir “pegado” yo quiero decir, “identificado”. Eso es que nosotros nos identificamos con su manera de ser y pensar; nosotros estamos de acuerdo con esto. ¿Acaso puedes ser uno un creyente y aun estar de acuerdo con muchos de los caminos del mundo? Claro que sí y lo vemos todos los días. Pero lo que el Señor está explicando aquí NO es que se supone que nosotros vayamos y construyamos comunidades cristianas exclusivas aparte de todas las otras comunidades; sino que nosotros debemos en cualquier momento y cada vez demostrar con nuestras acciones donde nosotros estamos del lado del mundo o nosotros estamos del lado de la PALABRA, nosotros debemos estar dispuestos a separarnos o arriesgar las consecuencias divinas. Y en caso que ustedes no se hayan dado cuenta, esto es cada vez más difícil de hacer. Mientras más obedientes somos más nos etiquetan con ser fanáticos y fundamentalistas. Nosotros somos mofados y nos dicen que estamos en regresión e ignorantes. Pero últimamente nos han comenzado a ver como peligrosos….aun aquí en América. Nosotros no somos lo suficientemente tolerantes. Si hablamos en contra del aborto y la homosexualidad, estamos llenos de odio. Si no estamos de acuerdo que Israel entregue su herencia a los palestinos, entonces somos sionistas locos quienes amenazan la paz del mundo.
¿Acaso tú vas a responder cuando Dios te llame a ser separado? ¿O acaso vas a permanecer identificado con todos los caminos familiares y cómodos de la mayoría? Yo les imploro que se alejen de cualquiera identificación con la cual Dios llame malvada, porque en cualquier momento el juicio puede caer y tú podrías ser un espectador inocente.
La semana que viene, nosotros vamos a ver como el juicio cae en la comunidad de esos quienes se identificaron con Coré, Datán, y Abiram.