Números
Lección 26 Capítulos 21, 22, 23, 24
Nosotros pasamos la semana pasada en una sección muy pequeña, pero muy difícil, de la Biblia: la serpiente de bronce en el asta. Yo no voy a repasarlo con ustedes hoy, ya que es bastante complejo. Si se lo perdieron, o quieren volver a repasar de nuevo, yo les recomiendo que obtengan el CD o lo repasan en nuestra página web Torá Class.
Esta semana va a ser bastante diferente; nosotros vamos a leer más consecutivamente que nunca. Esto es porque la historia que nosotros vamos a explorar es importante, tiene muchas implicaciones teológicas, y cubre 3 capítulos enteros. A mí no me gusta interrumpir una historia porque nosotros podemos perder continuidad.
La historia completa de la serpiente y el asta cubre solo 6 versos en Números capítulo 21, y la misma esencialmente interrumpe la travesía de Israel al ellos salir del Monte Hor, para marchar por el camino del Mar de Suf (Mar de los Juncos o Mar Rojo) de regreso al sur para que así ellos pudieran evadir el conflicto con los habitantes de Edom. Como recordatorio, este era un territorio terriblemente difícil, seco y torturante el que ellos estaban recorriendo, y los hebreos que estaban agotados se quejaban sobre esa decisión, la cual fue la que llevó a la plaga divina de las mordidas de las serpientes, y luego a su cura (la serpiente en el asta).
El verso 10 comienza con el progreso….que ahora está obteniendo fuerza….hacia su destino. Ustedes saben, después de una jornada de 40 años debió de haber sido fácil para aquellos refugiados olvidarse que la meta original era Canaán. Ellos habían sido juzgados muchas veces por Jehová, e incontables de miles fueron muertos como resultado. Ellos habían sido atacados por las naciones; algunos que temían su acercamiento, otros sencillamente por el beneficio de saquear. Su dieta principal era mana, y ellos estaban cansándose de eso. El obtener agua era sencillamente un acto de fe, y era un trabajo. El diario vivir, sobrevivir, era lo primero y lo principal en sus mentes. Todos los retos de la vida, y los desacuerdos en la familia y las fracturas en las relaciones también eran parte de sus vidas: matrimonio, divorcio, muerte, enfermedades, lesiones y disputas con los vecinos.
Para este momento, debió de haber un remplazo de la población completa de hebreos dirigida por Moisés. La composición de Israel de ninguna manera se parecía a esa muchedumbre que huyó casi 40 años atrás. La mayoría de esos, sobre las edades de 20, cuando salieron de egipto estaban muertos y enterrados en el desierto; realmente su muerte era una pre-condición que el Señor había puesto para entrar a la Tierra Prometida, debido a la negativa de los Israelitas de seguir hacia adelante y tomar la tierra (como resultado del incidente de los 12 espías). La mayoría de la población de Israel estaba ahora compuesta de aquellos que NUNCA habían vivido en Egipto, y ni habían vivido en un pueblo o una aldea porque ellos habían nacido en el desierto, en tiendas, durante esta arduosa jornada. La mayoría de Israel solo conocía el estilo de vida de los beduinos quienes vivían como nómadas. Mantén esto en mente al nosotros movernos hacia adelante en la historia de la conquista de la Tierra de Canaán.
Vamos a volver a leer Números 21:10 hasta el final del capítulo.
LEER NÚMEROS 21:10 hasta el final.
Nosotros vamos a movernos ahora bastante rápido. Básicamente, la historia continúa con los Israelitas entrando en el área que en ocasiones es llamada el Trans-Jordania. El mismo era solo conocido por ese nombre durante el siglo 20. El territorio es más conocido como el día moderno Hashemite Reino de Jordania.
Nosotros vamos a obtener un recuento de esto en Deuteronomio, el cual nos ofrece unos detalles adicionales. Pero la idea es que ellos trataron bastante duro de evitar conflictos con las personas que tenían una conexión distante con Abraham; personas como los Moabitas y los Amonitas quienes originalmente descendieron del sobrino de Abraham, Lot. Por lo que, nosotros encontramos a Israel en las afueras de los bordes del territorio de Moab con esperanza de no crear un problema; aunque, eso era realmente inevitable. Habían demasiados de Israelitas para sencillamente ignorar su presencia: y para los residentes de los territorios establecidos y las ciudades-estados del Medio Este, estos 3 millones de hebreos eran una multitud de langostas descendiendo sobre ellos.
El verso 13 pone a Israel bastante lejos al norte y al oeste del Mar Muerto. El Arnón es un río que fluye al Mar Muerto desde el este. Y, el Arnón representa la frontera del sur de Moab. Entiende que al igual que en nuestros días anomalías geográficas como los ríos y las cordilleras de las montañas tienden a ser los puntos de demarcación de donde una nación termina y la otra nación comienza. Pero también entiende que algunos territorios tienden a ser políticamente más estables y otros en un flujo constante. La Tierra de Canaán era de alguna manera estable; los gobernantes del área de Moab estaban constantemente cambiando, y por consiguiente también las fronteras.
Esto tiende hacer algunas áreas más fáciles de conquistar que otras; áreas que eran más estables tendían a tener ciudades con murallas más grandes. Áreas que estaban constantemente cambiando de mano tendían a consistir primordialmente de aldeas sin protección porque le tomaba años y cuantiosas cantidades de recursos para construir estratégicamente murallas en la ciudad que sirvieran para defenderse.
Por consiguiente nosotros encontramos a Israel voluntariamente yendo a la batalla en contra del rey de los Amorreos, un hombre llamado Sehón, y sumariamente despachándolos. La intención de los Israelitas no era batallar en contra de los Amorreos, ellos preferían sencillamente pasar por su territorio para así poder cruzar el Jordán y entrar a Canaán. Por lo que al igual que con la historia anterior del encuentro de los Israelitas con Edom, Moisés envía un emisario a Sehón pidiendo permiso para pasar, prometiéndoles no hacer guerra, ni interferir con las cosechas de los Amorreos o tomar agua de sus pozos. De hecho: el acuerdo de “no tomar agua de sus pozos” no debe ser tomado de la manera que ustedes pueden pensar. La palabra clave aquí es “tomar”. No había manera que Israel pudiera evitar usar el agua de los pozos que le pertenecían a los Amorreos. Es solo que Moisés estaba prometiendo no “robar” el agua, no tomar el agua a la fuerza o por engaño; más bien Israel iba a tomar agua de los pozos y compensar al rey por lo que usara. Esta es solo la manera de varias de las culturas de esa era.
Pero al igual que con Edom, el rey de los Amorreos dijo ‘no’. Israel no titubea: ellos no están a punto de tratar de encontrar otra manera de entrar a la tierra en este momento. Ellos están comenzando a sentirse llenos de energía y emoción y ellos saben cuan cerca están a su destino final, Canaán, por lo que ellos tienen suficientes incentivos para poner sus vidas en riesgo y dar la batalla. El resultado fue que Israel esencialmente conquisto el corazón de la región del Trans-Jordania. Era una tierra maravillosa que era fértil y estéticamente agradable para mirar. Israel mato a muchos Amorreos, tomo sus pueblos y aldeas, y entraron. Hesbón era la capital del Rey Sehón e Israel tomó esa también.
Es importante entender unas cuantas cosas que van a ser bastante importante cuando estudiemos más tarde los libros del Antiguo Testamento como el libro de Jueces. Primero es que los Amorreos NO eran nativos al Trans-Jordania. Su país natal era Mesopotamia y ellos salieron de allí y tomaron el área donde Moisés e Israel estaban viajando. Segundo, es que ellos esencialmente conquistaron a Moab; más específicamente ellos establecieron una relación de rey/siervo con Moab de tal manera que Moab se postro a Sehón de los Amorreos. Por consiguiente Moab le pertenecía a los Amorreos y ya no era una nación soberana e independiente. Nosotros también encontramos que aun cuando la nación de Amón quedaba al norte y al este de Moab, la misma también estaba afectada por la presencia de los Amorreos. Un número de la población de los Amorreos había creado aldeas fuera Amón en un área cerca del Rio Jordan. Los Amorreos conquistaron esa área y hasta cierto grado subyugaron a Amón. Por consiguiente cuando Moises e Israel derrotaron al Rey Sehón de los Amorreos, el protocolo estándar del día quería decir que cualquiera que fuera y quienquiera que fuera el Rey Sehón controlara ahora, era transferido a Israel. En resumen: aun cuando Israel ganó el territorio de Moab, el mismo era visto como siendo ganado por los Amorreos quien gobernaba sobre Moab, el cual no es la misma cosa a Israel conquistando a Moab.
Una buena analogía sería que si un poder extranjero atacaba y conquistaba a los Estados Unidos, las personas del territorio de los Estados Unidos, Puerto Rico, también estarían bajo el control del conquistador, aun cuando realísticamente el conquistador nunca atacó y conquistó a Puerto Rico.
Ahora creo que yo puedo decir con certeza que hasta este momento no hubo ningún pensamiento verdadero por parte de Israel de ocupar la tierra al este del Rio Jordán. Esta tierra NO era Canaán. La misma nunca ha sido Canaán, y lo que Dios había prometido a Abraham era Canaán. Hasta ahora, la tierra prometida para los hebreos solo había sido identificada como Canaán (queriendo decir a los Israelitas la tierra en el lado oeste, del Rio Jordán) esto parecía como un bono inesperado. Pero como Sehón de los Amorreos forzó la situación y atacó a Israel, de repente se encontró como propietarios de mucho más territorio en el este del Jordán.
Más tarde en Números nosotros vamos a leer la manera histórica en la que dividieron el territorio, tribu por tribu, con Moisés supervisando la distribución de los territorios.
Y, nosotros vamos a encontrar que dos tribus de los Israelitas, y aproximadamente la mitad de otra, se les da un territorio justo donde nosotros encontramos a los Israelitas aquí en Números 21. Date cuenta que este verso 25 explica que no fue que Israel sencillamente tomó todos estos pueblos del Trans-Jordania, sino que ellos se ESTABLECIERON en ellos; ellos lo hicieron su hogar.
¿Y, puedes tu culparlos? El mismo debió de haberse visto extremadamente bueno para aquellos hebreos que eran niños o adolescentes cuando Israel salió de Egipto. No ha de sorprendernos que como un cuarto de estos Israelitas, que estaban agotados y cansados, decidieron NO continuar a la Tierra Prometida sino que permanecer en la tierra en el lado este del Jordán. Tierra que Israel había conquistado relativamente fácil de los Amorreos porque la cantidad de los enemigos era relativamente pequeña, y sus aldeas estaban sin murallas.
Luego Israel continuó un poquito más hacia adelante hacia un lugar llamado Basán. Y claro que Basán esperaba que no le sucediera lo que le pasó a sus vecinos. Aparentemente después de decidir si tomaban a Basán o no lo tomaban, Moisés consultó con Jehová y Dios le dijo a Moisés que fuera hacia adelante y los conquistara; que de hecho Jehová ya había decidido el resultado.
El territorio de Basán se extendía desde el norte hasta el Mt. Hermón, al este del Camino del Rey, al oeste de las Colinas del lado oeste del Mar de Galilea, y sur de la línea un poco más abajo del Rio Jaboc (el Jaboc era ese lugar donde 5 siglos atrás Jacob se reconcilio con su hermano gemelo, Esaú.
Por lo que antes que los Israelitas entraran a Canaán (su destino) ellos adquirieron un área grande de tierra en la que se establecieron. Y esa área era primordialmente lo que ahora conocemos como el Reino del Jordán Hashemite moderno, localizado en el lado este del Rio Jordán. Por lo que yo diría que el régimen actual controlando el Jordán es bastante sabio de tratar y hacer paz con Israel; ya que los Israelitas lo ocuparon mucho antes que los árabes Ismaelitas lo ocuparán y la Biblia dice que el Señor ve la tierra como perteneciente a Israel. Cuando nosotros miramos pasajes más tarde nosotros encontramos que lo que fue prometido a Abraham como tierra prometida realmente se expande en Ezequiel para incluir Trans-Jordania.
Uno puede estar parado en la intersección cerca de Jericó, viniendo de Jerusalén (donde la carretera para Qumran y Masada se cruza), y mirar a través de la parte final del norte del Mar Muerto y realmente ver la tierra en el lado este del Jordán que Israel conquistó, y también es generalmente el área donde Israel eventualmente cruzaría hacia Canaán.
Vamos a continuar ahora con Números capítulo 22 y la famosa historia Bíblica de Balaam y Balac. La historia de Balaam y Balac es bastante larga. La misma cubre 3 capítulos enteros. Y para poder obtener el retrato completo de lo que ocurrió, nosotros necesitamos leerlo de la manera en que originalmente fue escrito, no en partido en pedazos.
Por lo tanto, nosotros vamos a leer Números capítulo 22, 23, y 24 consecutivamente.
LEER NÚMEROS 22,23, Y 24.
Bueno a estas alturas yo creo que nosotros todos podemos ver que el nombramiento del título “Números” para este libro es pobre; porque reporte de registro y censos es lo menos que vemos en este libro. Y yo les pido que entiendan que todos los títulos que nosotros los cristianos usamos para los diferentes libros de la Biblia son ideados por el hombre de una manera u otra. No que haya nada malo con eso. Los mismos no son falso, ni su intención fue engañar, ni probablemente nunca se pretendió ser más que una manera sencilla de identificar un grupo particular de las Escrituras. Pero no debemos ser tan ingenuos ni tan ignorantes de no saber a estas alturas de nuestro caminar Cristiano, que no hay nada sagrado ni nada ordenado por Dios sobre los nombres de los libros de la Biblia, las divisiones de los capítulos o los números de los versos. Los mismos fueron añadidos mucho después en el futuro de cuando las Escrituras fueron escritas nada más ni nada menos que otra razón que fuera una herramienta que nos ayudara a estudiar y comunicarnos. Los hebreos tendían a usar las primeras palabras de un nuevo libro como el título; los griegos tendían a usar una palabra que ellos sentían que expresaba el propósito en general del libro, o como con el Nuevo Testamento, a quien era dirigido o a quien se le adjudicaba la autoría.
Ahora esta historia de Balaam y Balac tiene mucha más profundidad teológica que los que podemos ver en la superficie. El mundo cristiano gentil generalmente recuerda este episodio por el hablar del burro, con el mensaje que si Dios no puede hacer que el hombre cumpla su llamado o hable SU Palabra, ÉL puede hasta usar un animal. Y si supieran, que probablemente esto es lo menos que está siendo enseñado aquí.
Una primera y razonable pregunta que nos debiéramos hacer sobre esta historia seria: ¿es este un evento real o es una fábula hebrea? Yo sé que esa pregunta quizás instantáneamente le puede molestar algunos de ustedes el que yo me atreva a traer a colación tal posibilidad. Por lo que déjenme contestarlo de una manera que yo espero que les tranquilice.
Jesús en ocasiones enseñaba por medio de recursos literarios a los que los estudiosos llaman Parábola. ¿Eran las Parábolas de Jesús historias verídicas de sucesos actuales? ¿Había realmente 10 vírgenes vestidas en blanco cargando lámparas de aceite en la noche? ¿Qué tal el trigo y las taras? Una Parábola es una verdad dicha, usando una ilustración, una descripción gráfica. Yeshua no se inventó el uso de la Parábola; una Parábola era un recurso literario estándar de esa era e inventado varios siglos antes. La Biblia hace uso liberal de las metáforas y las mismas tienen como propósito impactar. Las ilustraciones no tienen que ser un evento actual, aunque algo similar puede que haya ocurrido para que así las personas que estaban escuchando captaran la descripción gráfica porque ellos podían identificarse con la misma. En ocasiones las Parábolas eran tan difusa que hasta los discípulos más cercanos de Yeshua pensaban que eran acertijos.
Por lo que si tú en ocasiones encuentras que sea un reto entender las parábolas de Jesús y necesitas un maestro para que las explique, no te desesperes; los mismos hombres a quien Yeshua fue un mentor las encontraban desconcertantes.
Ahora solo porque una Parábola es una historia diseñada a ser un ejemplo de un principio Divino, pero que no siempre era el recuento de un evento actual, el mismo no lo hace una mentira o una fantasía. Nosotros vamos a encontrar mucha licencia poética en la Biblia. Nosotros vamos a encontrar exageraciones (hipérbole) decir algo importante (el Apóstol Pablo era un verdadero campeón de exageración). Nosotros vamos a encontrar registros de hombres haciendo acusaciones falsas (por ejemplo el Rey David) sobre lo que sucedió (con el fin de que podamos ver que están mintiendo), vamos a ver a los hombres hacer cosas terribles, vamos a ver a los hombres decir algo completamente incorrecto sobre el Señor. Todo esto es parte de como la Biblia comunica la verdad y luz absoluta.
El tomar la Biblia literalmente no quiere decir que debemos de tomar las exageraciones como si no fueran; ni las metáforas como si fueran una analogía directa; nosotros no debemos de tomar poemas como si fueran historia impasible, ni la historia como si cada evento tenía un significado espiritual profundo.
Muy probablemente la historia de Balac y Balaam es una historia adornada de algo que realmente sucedió; un evento histórico que había sido amplificado y hecha una fábula. Pudo haber habido un vidente llamado Balaam, y un rey llamado Balac. Balac pudo realmente haber estado preocupado sobre este gigante tsunami Israelita que estaba viniendo de camino y buscó ayuda divina para contrarrestarlo. La señal reveladora principal que es casi verdaderamente al menos parte fábula es el burro que habla; y en segundo lugar es que la historia completa sencillamente aparece como un desvío en el recuento histórico del acercamiento de Israel a la Tierra Santa. En tercer lugar nosotros vemos que esta historia completa fue una inserción hacia el libro de Números de una fecha un poco más tarde, y que probablemente fue añadida en pedazos.
Con eso dicho, al igual que las Parábolas de Cristo, lo que está siendo enseñado a través de esta historia es verdad divina y parte de la misma es profética. Realmente no hay más carne teológica condensada en esta narración que en ningún otro lugar en las Escrituras. Lo que nosotros tenemos en la historia de Balaam y Balac es una Biblia adentro de la Biblia, o una Torá adentro de una Torá. Por esa razón nosotros vamos a examinar esto más de cerca.
Esta leyenda teológica comienza con un Rey Balac, el rey de Moab, el cual era una nación vasallo gobernada por los Amorreos. Balac estaba preocupado de todos estos Israelitas que estaban en su borde. Es interesante que se nos dice que Balac era el hijo de un hombre llamado Zipor porque el mismo presta atención al nombre de la esposa de Moisés, Zipor. Sí, el mismo es actualmente el mismo nombre. Zipor es el masculino, Zipor es el femenino, y el mismo quiere decir pájaro.
¿Ahora cómo es que el padre de Balac y la esposa de Moisés pudieran tener el mismo nombre, especialmente ya que ese nombre se encuentra SOLO en una cultura en particular: Madián?
Esa pregunta es contestada bastante bien para nosotros en el verso 7 porque la misma dice que los ancianos de Moab se reunieron con los ancianos de Madián para ver lo que ellos debían de hacer con este problema hebreo. En otras palabras hubo una alianza regional siendo descrita entre Moab y Madián. Y como sucede hasta en nuestros días en sociedades reales y de tribus, el matrimonio endogámico y la adopción de ciertos elementos de las costumbres y culturas esperadas de un aliado (particularmente en lo que concierne adoptar nombres) es la vía para fortalecer esta clase de alianza. Según nosotros vimos hace un tiempo atrás Séfora (la esposa de Moisés) era una Madianita; Séfora era actualmente un nombre más bien Beduino. Por lo que nosotros podemos inmediatamente ver es que el padre de Balac había adoptado un nombre Madianita, Zipor, para mostrar favor a su aliado, Madián.
El ejército Israelita había arrasado a través de los Amorreos por lo que las personas de Moab sabían que ellos probablemente no podían pararlos con mera fuerza de armas, aunque, indudablemente ellos tratarían. ¿La solución? Magia para realzar sus oportunidades de victoria. Por lo que ellos pensaron contratar lo que debió de haber sido un muy bien conocido y grandemente respetado Mago llamado Balaam.
La clave para entender nuestra historia es que Balaam vivio en Mesopotamia; él era un gentil. Él era un vidente, adivino, y un hechicero.
Balaam vivió cerca del Río Eufrates, solo alrededor de 12 millas de Carchemish. Esto es un área que es alternadamente conocida como Aram. Pero en una tierra llena de dioses paganos y un sistema completamente desarrollado de una religión misteriosa, por alguna razón este Balaam parece saber (tal vez hasta adoptado) al Dios de Israel. Cómo o quién no es explicado. Pero, también tenemos que recordar que Abraham (quien también comenzó como un gentil) era de Mesopotamia y muy fácilmente aceptó a este Dios Jehová; y a nosotros no se nos da ninguna explicación de porqué Abraham no tiene ninguna aprensión sobre esto.
Ahora, es interesante que el personaje de Balaam es alternadamente pintado como uno maléfico y luego como uno justo. En algunas maneras hay una clase de neutralidad o hasta de imparcialidad en lo que respecta a sus sentimientos hacia su propia cultura y al pueblo de Israel. Pero el mismo hecho que él es llamado un profeta y un adivinador y que su hechicería fue encontrada tan impresionante y útil para Balac y su gobierno, atestigua a las creencias paganas y a los rituales que Balaam debió de haber practicado, y a los dioses paganos que el también incluyó en su adoración. Para propósitos nuestros, nosotros podemos al igual verlo con un sombrero puntiagudo color negro y una varita mágica. Aunque nuestra historia pone lo que Balaam hizo de una manera positiva. Al menos nosotros vemos que él ciertamente conoce y respeta a Jehová, y está determinado (hasta cierto grado) a obedecerle a Él.
Pero según vamos a ver en capítulos más tarde (y en otros libros), el otro lado de Balaam es revelado. De hecho en Números 31 Balaam fue asesinado por los Israelitas. En Deuteronomio 23 nosotros encontramos la idea que Balaam tenía como intención maldecir a los Israelitas por la suma grande de dinero que Balac y sus aliados le estaban ofreciendo y solo la intervención de Dios lo paró.
No era que Balaam estaba “haciendo las cosas correctas” al bendecir en vez de maldecir, a Israel; es que él temió por su vida si él se iba en contra de Jehová.
Con toda la evidencia Bíblica a la mano, nosotros podríamos decir con confianza que Balaam era probablemente un asesino a sueldo, completamente ambivalente para el bien y el mal. Cualquier cosa que fuese que el hiciera lo hacía para su propio beneficio aunque ese beneficio fuera solo supervivencia.
Por lo que nosotros tenemos aquí en Balaam un gentil que definitivamente (al menos en nuestra sociedad) recibió inspiración del Señor de Israel. Esto es una cosa extraña: aquí nosotros tenemos a Dios redimiendo y luego guiando Su ahora establecida nación de hebreos, pero luego Jehová se vira y se comunica con un profeta gentíl que NO es parte de Su pueblo separado. Pero, tampoco no hay razón para asumir que el Señor halló favor con Balaam; y no hay razón para considerar a Balaam santo, o justo delante de Jehová, ni que su alianza era para con el Dios de Israel. Y déjenme repetirlo: mantén en mente que a través de nuestra investigación, Balaam era un gentil que estaba escuchando directamente de Dios. Por lo que, tenemos mucho que desenredar.
Ahora déjenme llevar esto un paso más adelante y terminaremos por hoy. Nosotros no tenemos que tomar este incidente con Balaam como una anomalía Bíblica; eso es, esta historia implicando a un profeta pagano (lo que nosotros comúnmente llamamos profeta falso) siendo inspirado por Dios y por esa razón diciendo el futuro en un caso en particular no es singular. Así que escúchenme: la Biblia confirma que un profeta falso puede ser usado por Dios, y hasta se le puede permitir hacer una predicción con exactitud para que así Jehová logre Sus propios propósitos.
Aun cuando el predecir correctamente el futuro o hablar un mensaje inspirado por Dios o demostrar otro aparente don espiritua,l PUEDE indicar una interacción genuina con el Señor, la misma necesariamente NO indica una buena relación con Jehová, ni la Biblia usa la inspiración como un indicador infalible de la santidad de esa persona. Deuteronomio 13 nos dice que los falsos profetas pueden en ocasiones ver con exactitud el futuro. Nosotros encontramos ejemplos de esto a través de la Biblia: aun cuando el rey Saúl continuó profetizando con exactitud él estaba condenado por el Señor como un rey malo que perdería su trono. Caifás profetizó sobre la muerte de Cristo en Juan 11. Los hechiceros expulsaban demonios usando el nombre de Yeshua, pero ellos no confiaban en Él como su Mesías O Dios. Se decía que los Corintios (probablemente los ejemplos más grande del comportamiento en la iglesia yendo desenfrenado) tenían muchas experiencias espirituales reales y validadas, pero no tenían santidad, amor, y ninguna sana doctrina por decir.
Este tipo de fenómeno era lo suficientemente común en el tiempo de Cristo ya que en Mateo 7 Yeshua advirtió que en los últimos tiempos el expulsar demonios, y actos espirituales eufóricos y el llevar a cabo milagro IBA a suceder, y el mismo sería real; pero estos actos no debían de necesariamente ser tomados como señales probando que las personas que hicieron estas cosas se le garantizaba un lugar en el Cielo. Más bien era solo aquellos “que hacían la voluntad de mi Padre…”
Por lo que en el Antiguo y Nuevo testamento nosotros tenemos demostraciones y advertencias que la inspiracion de Dios de un hombre para alcanzar un propósito no es una señal cierta del estatus de ese hombre con Jehová. Esto es en sí mismo una buena razón para siempre ser un escéptico saludable: no de Dios, pero de las personas que afirman hablar de parte de Dios.
Nosotros vamos a continuar con la fascinante y teológica historia de Balaam y Balac la semana que viene.