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Lección 5 – Éxodo 4

Lección 5 – Éxodo 4

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Éxodo Lección 5 Capítulo 4

Vamos a continuar nuestro estudio de Éxodo con el capítulo 4. La última vez que nos reunimos, estábamos en el medio de la teofanía de la Zarza Ardiente. Yo digo teofanía porque ciertamente esa clase de interacción directa entre Dios y el hombre en el cual Dios se manifiesta ÉL Mismo de una manera visible o audible es rara en la Biblia. De hecho, la última teofanía registrada sucedió con Jacob, algunos 500 años antes de este tiempo con Moisés.

  

Aun cuando nuestras Biblias modernas están estructuradas de tal manera que nosotros acabamos un capítulo (Éxodo 3) y estamos a punto de comenzar el próximo, esa NO es la manera en la cual las escrituras fueron escritas. El primer verso del capítulo 4 es solo una continuación del último verso del capítulo 3. Y así, sucesivamente. Nosotros estamos todavía en el medio de la conversación entre Dios y Moisés, en la tierra de Madián, en el lugar de la Zarza Ardiente.   

LEE CAPÍTULO 4 

Y, en el verso 1, nosotros vemos la resistencia de Moisés…la forma usual de un candidato potencial a ser profeta de Dios….o tal vez total temor, comenzó a entrar en acción.  Si nosotros miramos de cerca, nosotros vemos que Moisés abiertamente no le creyó a Dios. Porque en el capítulo 3 verso 18, Dios le dijo a Moisés, inequívocamente, que los ancianos y la gente iban a escuchar y a prestar atención a Moisés. Ahora, Moisés viene y le dice a Dios, en esencia “no, no lo van a hacer”. Así que, en SU gran misericordia, Dios comienza a darle a Moisés una serie de pruebas…La Biblia típicamente las llama señales…de la habilidad de Dios de llevar a cabo lo que sea que ÉL decreta.   

Ahora, lo que estamos a punto de ser testigo en el capítulo 4 es algo que nunca antes había sido hecho: Dios le da a Moisés el poder de producir milagros. Esa habilidad de hacer uso de tan extraordinario poder celestial no había sido dada antes a ningún hombre en la historia.  Y, aun así, nosotros debemos entender que este poder NO es de Moisés, sino que Dios trabajando a través de Moisés. Moisés NO llegó a ser un devoto mago. Más bien, esta es la misma cosa misteriosa con la que nosotros luchamos para entender acerca del Creyente fiel en estos días: cualquier poder que nosotros tengamos NO es nuestro poder, ni es de nosotros, ni viene de nuestras mentes o nuestra carne, es Dios en nosotros. Tanto como, lo que sea que hagamos con tal poder debe ser hecho PRIMERO estrictamente por Su voluntad, y segundo por medio del poder de Su espíritu…esa cosa que nosotros llamamos el Espíritu Santo.    

La primera señal que Dios pone para Moisés es la vara de Moisés. Era un palo, rama, el palo o vara que usaba el pastor para apacentar las ovejas. Pero, Dios iba a transformar el propósito de Moisés y su vara: en vez de pastorear ovejas, Moisés estaba a punto de dirigir a Israel.  

¿Qué debemos de entender nosotros de cuando Dios convierte la vara de Moisés de un pedazo muerto y seco de madera, a una serpiente, y luego otra vez a una vara? Bueno, ha habido muchas analogías y alegorías expuestas para explicar este significado, y es difícil saber de seguro cual está correcta…si alguna. Pero, lo que nosotros podemos saber con seguridad es que no es coincidencia que la serpiente, la vara, fue convertida en lo que es el símbolo oficial egipcio del poder y autoridad real, tanto religiosa como civil. Faraón usualmente usaba un símbolo de una serpiente dorada en su cabeza; la serpiente representaba la patrona diosa-cobra de Egipto inferior. Así que en algún lugar en medio de Dios mostrándole a Moisés la tremenda habilidad sobrenatural de convertir un pedazo de madera seco y muerto en un animal vivo, con solo Su mandato, Moisés como ex príncipe de Egipto, debió de haber reconocido instantáneamente el simbolismo de la serpiente. Ya que Moisés ciertamente iba a, vencer a Egipto, el cual tenía por señal una serpiente…y esa Serpiente Vieja, Satanás mismo, quien guiaba a Egipto. Un simple Pastor iba agarrar a la serpiente, Egipto, por su cola y sacudirlo.     

La segunda señal es un poco más directa, a mi manera de pensar. La mano limpia fue insertada en el vestido de Moisés y se convirtió contaminada. Luego la mano contaminada fue insertada nuevamente en el vestido y se puso limpia. La señal era directamente relacionada a Israel, al igual que la primera señal con la vara era directamente relacionada a Egipto. El pueblo escogido de Dios comenzó puro, y luego Dios permitió que llegaran a estar impuros. Pero, Dios puede redimirlos. Él puede tomar la persona más contaminada, o nación, y purificarla.  

Cuando Moisés removió su mano la primera vez, la enfermedad de la piel que le había consumido instantáneamente su mano NO era lepra. La palabra hebrea para esta aflicción es Tzara’at: y no es para nada tan seria como la lepra. Nosotros no estamos precisamente seguros de que era la enfermedad en términos médicos, pero los hebreos lo consideran no solo contagioso, sino que una señal exterior de la condición espiritual interior de la persona. En otras palabras, una persona con Tzara’at era vista como una condición de disciplina o maldición de Dios. Por lo tanto, cualquiera que fuese contaminado con Tzara’at era sacado de la presencia de las otras personas. La enfermedad de la mano de Moisés representaba la condición espiritual de Israel ante los ojos de Dios. Y, igual de importante, Dios quitó el Tzara’at de la mano de Moisés; ósea, Él tenía poder, de purificar a Israel de toda contaminación.    

La 3ra y última señal, como vemos en el verso 9, fue Dios mostrando Su poder sobre los inútiles dioses de Egipto. El Nilo era vida para Egipto, en una manera muy real; de hecho, el Nilo, mismo, era también un dios en la religión egipcia. Y, cuando Moisés más tarde tomó agua del Nilo y lo vertiera en la arena del desierto, la misma se convirtió en sangre. Desde Adán y Eva, Dios había hecho claro que la sangre era importante en SU plan divino…es por esto que la sangre es la base del sistema de sacrificio de Dios. Los hebreos muy bien entendían esto. Al convertir el agua del Nilo en sangre, Dios estaba mostrándole Su dominio completo sobre el sistema de la religión misteriosa de Egipto.    

Esta batalla que se veía venir del Dios de Israel en contra de los no-dioses de Egipto es bastante interesante y se piensa como provocativo. Ahora, nosotros tenemos el beneficio de saber que hay solo Un Dios, y Él es el Dios de todo. Pero, en esos tiempos antiguos, se consideraba de conocimiento común que no solo había muchos dioses, pero que eran dioses de región y nacionales, y ellos operaban dentro de cierto territorio. Cuando ellos iban a guerra, ellos tomaban consigo los ídolos de los dioses y sus sacerdotes con la esperanza que de esta manera sus dioses pudieran tener influencia en el territorio extranjero. Así que, Egipto tenía el ámbito de sus dioses, su esfera de autoridad era usualmente LIMITADO a Egipto, la gente egipcia, y asuntos que tenían que ver con la tierra y asuntos de Egipto. Eso era un principio de todas las religiones misteriosas de Babilonia que existían en ese tiempo, y cada sociedad descubierta y estudiada generalmente creía de la misma manera. Así que, por ejemplo, en Canaán, las diferentes ciudades y naciones Cananeas, tenían cada una su propio conjunto de dioses que generalmente solo trataban con la gente en esas ciudades y naciones, territorios, y asuntos. De tiempo en tiempo, cuando una nación o personas venían en contra la una con la otra, entonces los dioses que representaban a esas naciones también peleaban entre ellas mismas. Y, se creía que, de acuerdo con cualquiera que fuera la nación que ganara la batalla, los dioses de esa nación por lo tanto eran más poderosos y astutos que los dioses de la nación derrotada. A veces la nación derrotada adoptaba naturalmente, a los dioses de la nación victoriosa porque se creía que esos dioses DEBIAN ser más fuertes que sus propios dioses, así que, ¿Por qué no tener mejores dioses?       

Ahora, esta idea de dioses múltiples no fue limpiada inmediatamente del pensamiento de los Israelitas. Nosotros vamos a hablar más de esto cuando la situación se presente; pero por ahora, es importante entender que cuando nosotros veamos mención en las primeras partes del Antiguo Testamento refiriéndose a Yahweh como “el dios sobre todos los dioses” …eso es exactamente lo que quería decir para la gente de esos días. Nosotros tomamos esa declaración Bíblica “dios sobre todos los dioses” como una declaración de magnificencia. O la alegorizamos un poco, y decimos que quiere decir que Dios Todopoderoso es más importante que cualquier cosa en nuestras vidas…muestro dinero, nuestra familia, nuestro trabajo…y que cualquier cosa que nosotros hagamos igualmente necesaria en nuestras vidas como Dios, se convierte en un dios. Y, mientras que todo eso es cierto, eso NO era lo que significaba para los hebreos de antigüedad. Para ellos esto era bastante literal.     

En unos pocos capítulos, en Éxodo 20, vamos a entrar a los 10 mandamientos. Y, claro, la primera cosa que Dios les instruye en esos mandamientos es que “no tendrás dioses ajenos delante de Mi” eso no fue una declaración pintoresca con un significado simbólico. Los hebreos, Israel, absolutamente creían que había otros dioses…cientos de ellos. Todos ellos sabían eso desde que eran pequeños. Para Israel, era lo suficiente malo que su dios jefe, el El (de donde sale El Shaddadi, El Elyon, Beth’el, Daniel, Immanuel, y muchos otros nombres Bíblicos donde incorporan el título “El) no le permitiera a Israel ningún otro dios; porque el número de dioses que una nación poseía indicaba el poder y las riquezas. Así que, Israel con solo Yahweh, era considerado por otras naciones, y más temprano en su desarrollo por su propia estimación, pobre por solo tener UN solo dios. Francamente, la idea que unas personas solo tuvieran solo un dios era absurda; así que no piensen que Israel estaba emocionado con esta idea.     

Yo les digo esto para que ustedes puedan ponerse en las mentes de estos Israelitas de antigüedad, al igual que los egipcios, en la próxima batalla entre Moisés y Faraón. Y, esto es para que ustedes puedan entender el contexto de Éxodo, y la Torá, en lo que respecta al asunto de identificar a Dios y a sus atributos. También para que nosotros no hagamos alegorías, sino que entendamos que cuando la palabrería bíblica de alguna manera hable del Dios Todopoderoso estando por encima de “otros dioses”, eso es exactamente lo que el escritor pensó y quiso decir. No porque realmente hubiese otros dioses, sino porque los demonios que se hacían pasar como deidad para los humanos, y los humanos que contaminaban y pervertían el pensamiento humano que creía que había muchos dioses, tenía que ser mostrado tal y como era…falso, fraude, engañadores. 

Pero, antes de burlarnos de esta noción, o pensar cuan ignorante y primitivo era para el mundo e Israel pensar tan absurda cosa……también entiendan, que nuestro caminar personal con Dios es uno que comenzó justo donde estábamos cuando Él nos encontró a nosotros…mentalmente, físicamente, emocionalmente, y espiritualmente. Y nosotros éramos un desorden. Nosotros no fuimos limpios y LUEGO aceptamos a Cristo. Nosotros no creímos en Jesus e instantáneamente fuimos perfectos. Nosotros los americanos somos bien afortunados que miles de años de Dios estar trabajando con la humanidad nos ha permitido vivir en una sociedad que al menos no practica adoración a múltiples dioses, para así nosotros no tener que superar eso. Tomó mucho tiempo, y muchas duras lecciones, para que Israel comprendiera completamente tan siquiera el concepto básico de que hay solo UN dios. No solo un dios para Israel, y otros dioses para otras personas. Un Dios Universal para todo el mundo y para todas las cosas. Esto iba en contra de toda su naturaleza humana. Ellos veían a Dios, cualquier dios, en términos estrictamente nacionalistas y culturales y Moisés también lo veía de esa misma manera. Y, su primer encuentro con Dios, en la zarza ardiente, no cambio su manera de pensar inmediatamente. Solo lo cambió lo suficiente para que Moisés fuese el instrumento de Dios para asegurar la salida de Israel de Egipto.     

En el verso 10, cuando parece ser que los argumentos de Moisés para Dios han sido todos contestados, el tira un último recurso para evadir este llamado: él dice que él no es “un hombre de palabras”, y una cosa más, “mis palabras vienen lentamente, y mi lengua se mueve lentamente”. O más literalmente “yo soy de boca y lengua pesadas”. La exacta naturaleza de la dificultad del habla de Moisés no está clara; la tradición es que a él se le había olvidado como hablar el hebreo bien. Otros piensan que probablemente él estaba preocupado que ya no hablaba egipcio suficientemente bien para acercarse al Rey de Egipto.

Aquí nosotros vemos que Dios muestra coraje con Moisés. Y, nosotros tenemos que tomar de esto que Moisés realmente tenía poca idea de quien Dios era, de quien ÉL se trataba, cuál era SU propósito, cuan omnipotente Dios era.  Por lo que Dios, comienza desde el principio. Y, ÉL le dice a Moisés “¿Quién le ha dado boca al hombre?” Dios sabe mucho más de la boca de Moisés que lo que Moisés jamás sabrá. Aún más, Dios dice que ÉL va a estar allí con Moisés para mostrarle lo que debe de decir. Esto es interesante. En este momento en la historia el Espíritu Santo todavía no moraba dentro del hombre; ese misterio espiritual estaba todavía 1400 años en el futuro. Así que, ¿qué era lo que quería decir cuando Dios dijo “Yo estaré allí contigo”? ¿Cómo era que Dios iba a estar allí con Moisés? ¿En qué forma? Y, al igual que ustedes y yo nos preguntamos acerca de cómo era que Dios iba a estar con nosotros, también lo hizo Moisés. Bueno, recuerda en Éxodo 3:14, Dios le contesto a Moisés la pregunta sobre Su nombre cuando dijo “ehyeh asher ehyeh”, el cual típicamente se traduce como “Yo soy el YO soy” pero igualmente correcto sería, “Yo estaré allí comoquiera YO estaré allí”. De hecho, esto es MUCHO más literal que la traducción Yo soy el YO soy”. 

Varias veces ahora en Éxodo nosotros vamos a encontrar “ehyeh” y “asher” cuando Dios le dice a Moisés que ÉL va a estar allí con él en una situación u otra. Y, aquí en 4:12, nosotros nos encontramos con esas mismas palabras en hebreo. Dios va a “ehyeh” con Moisés, estar allí con Moisés, de alguna manera que no se nos explica. Cualquiera sea la forma que ÉL esté allí, nosotros podemos estar seguros de que es EXTERNO para Moisés…no es como Dios estando presente con nosotros, en el tiempo de la iglesia, en la forma del Espíritu Santo viviendo literalmente dentro de nosotros. Muchas veces en el Antiguo Testamento nosotros vamos a ver que cuando se habla del Espíritu Santo en relación con el hombre, es el Espíritu Santo estando “sobre” el hombre…no “dentro” de ese hombre, como lo es ahora. “sobre” es una condición externa; dentro es una condición interna. Así que no debemos de estar seguros de que nosotros podemos resumir completamente a través de nuestros puntos de vista doctrinales simplísimos la gama completa de manifestaciones siendo limitadas al Padre, Hijo, y Espíritu Santo; al menos, nosotros sabemos que hay otra manifestación llamada “el Ángel de Jehová”, quien es Él que le está hablando ahora a Moisés. Y, en unos pocos capítulos, se nos va a introducir a la Shekinah de Dios, el cual no cae muy bien con ninguna de las otras categorías que hemos ideado. Como Dios le dijo a Moisés, “Yo estaré allí comoquiera Yo estaré allí”. En otras palabras, nosotros no lo íbamos a poder comprender aun si ÉL lo hubiese explicado. 

Y, Moisés respondió, “envía a otro”. Una contestación incorrecta. Dios le dice a Moisés que su hermano mayor Aarón va a hablar por él…que Aarón será la boca de Moisés. Y, de hecho, Dios ha visitado a Aarón, y él está de camino a encontrarse con Moisés. No debe pasar desapercibido que Dios se refiere a Aarón como el “Levita”. Después de todo, como este era el propio hermano de Moisés, Moisés sabía muy bien que Aarón era de la tribu de Levi. Yo creo que lo que debemos tomar de esto, es que aquí mismo nosotros podemos ver las intenciones de Dios de que la tribu de Levi sea separada como especial. Y, en el verso 15, el orden es establecido: Dios le habla a Moisés, y Moisés le habla a Aarón, y Aarón le habla al Faraón y a las personas.  

Ahora, no pasemos por alto estas pocas palabras en el verso 16 en el cual Dios le dice a Moisés, “y para el (Aarón) tu estarás (o como un) por Dios” Dios, para sus propios propósitos divinos, ha decidido que lo que fuera que Moisés hablara debía llevarse a cabo con la misma autoridad que si fuera Dios Mismo que lo dijera. ¿Se les parece esto un poco a Yeshua el Mesías? Yo les mencione hace un tiempito atrás que aun cuando los judíos veneran a Moisés sobre todo excepto Dios, la iglesia lo ve solo como otro personaje de la Biblia. Seguro que Dios veía a Moisés como algo muy especial, ya que se le dio el poder de hacer milagros, y la posición de hablar COMO Dios. Qué responsabilidad más grande. No me sorprende porqué él no quería ese trabajo.  

Bueno, ese es el fin del dialogo…por ahora…entre Dios y Moisés. Y, aparentemente, llega a ser un asunto decidido con Moisés; él ha decidido que él va a obedecer a Dios. Así que, él va a su casa, y obtiene aprobación de su suegro de salir de Madián e ir a Egipto a cumplir con el mandato de confrontar al Faraón. Este procedimiento de Moisés pedirle permiso a Jethro era sencillamente cortesía del Medio Este, ya que Jethro era la cabeza de la casa en la cual Moisés vivía.  

 

Luego, Jehová nuevamente le habla a Moisés, días o semanas después de la manifestación de la Zarza ardiente; y Él le dice a Moisés que todos los hombres que deseaban matarlo, como pago por Moisés haber matado a un egipcio tantos años atrás, ahora estaban muertos. En otras palabras, Moisés puede regresar sin miedo de ser arrestado. Esto nos dice unas cuantas cosas: primero, aun cuando en un capítulo previo nosotros leímos que el Faraón que estaba en poder cuando Moisés cometió el asesinato, había muerto, en la mente de Moisés, Egipto era todavía un peligro para él.  Dios, que sabe nuestros pensamientos, decidió que ÉL necesitaba consolar a Moisés en esta área. Segundo, esta experiencia con Dios en la zarza ardiente no era el final de la comunicación o la presencia de Dios con Moisés. Dios está paso a paso mostrándole a Moisés esta Verdad, y en el proceso, la fe de Moisés en Dios va a crecer. 

Moisés reúne a su familia, su esposa y sus dos hijos, y salen para Egipto. Nuevamente, Dios le habla a Moisés, presumiblemente al principio de su viaje. Él está preparando a Moisés, diciéndole lo que debe de esperar. Como debe de responder. Y, aquí en el verso 21, nosotros tenemos una palabra de Dios que ha preocupado al creyente por siempre: que Dios va a endurecer el corazón del Faraón para que no deje salir a Israel.  

En un momento u otro muchos de nosotros nos hemos preguntado si esto fue justo. ¿Si Dios iba a endurecer el corazón del Faraón entonces cual era la oportunidad que el Faraón iba a tener de hacer el bien? ¿Acaso Dios realmente decidió antes que ÉL iba a intervenir y hacer a Faraón incapaz de obedecer a Dios? ¿Acaso esto quiere decir que Dios endurece los corazones de ciertas personas, a Su decisión, para que ellos hagan cosas diabólicas…y para que ellos nunca se les permita conocer a Dios y ser salvos? 

Ahora, no hay manera alguna en la que nosotros vamos a resolver este misterio aquí, hoy, porque hay maneras de Dios que están más allá de nosotros para contemplar que es, un esfuerzo inútil, sino agnóstico para nosotros buscar. Aun así, las Escrituras nos dan algunas claves. La primera vez que nosotros escuchamos de Dios declarar Su propio poder al endurecer el corazón del Faraón, es aquí mismo en el verso 21. La próxima vez que nosotros escuchamos de esto es en Éxodo 7:3 (justo antes de las 10 plagas). Ambas veces, esto ha sido profético. Eso es, es algo que es futuro, y por cualquiera que sea la razón, Dios piensa que Moisés necesita saberlo. Aparentemente, Dios quería que Moisés no estuviera perplejo o desalentado cuando el milagro usando su vara fallara en persuadir al Faraón, y más tarde durante las primeras 9 plagas, Faraón aun no accedió completamente. Dios iba a usar a este rebelde Faraón para Sus propósitos, mucho de lo que involucraba el mostrarle a Israel y a Egipto la inutilidad de sus dioses y el poder sin límites de Jehová.   

Ahora, si nosotros analizamos minuciosamente la Narrativa de Salvación, vamos a encontrar 20 veces el uso de la palabra “endurecer” para describir la condición del corazón del Faraón. No es coincidencia que 10 de esas veces se refiere a Dios siendo el autor del endurecimiento, y las otras 10 veces como el Faraón MISMO endureciendo su propio corazón. 

Mientras oraba y estudiaba acerca de esto, me ocurrió a mí que yo no podía posiblemente explicar el Divino razonamiento por el cual esta interacción entre el Faraón pasó de la manera en que pasó. Por una razón, yo no tengo las palabras, y la otra es yo no sé por qué. Pero, nosotros podemos sacar unas lecciones prácticas de esto para aplicar a nuestras vidas. Primero, Dios no siempre va a esforzarse con el hombre. Hay ocasiones cuando nosotros hemos endurecido nuestros propios corazones lo suficiente, que nuestro caminar está encerrado, y nuestra destrucción en el tiempo de Juicio está asegurada. Esa era la situación del Faraón. Segundo, parece que para el ya rebelde hombre (el cual Faraón era), Dios va, en ocasiones, a intervenir y hacer ÉL Mismo un endurecimiento más a fondo sobre ese corazón. A veces es para usar a ese individuo rebelde, el cual Dios conoce con anterioridad que ha decidido morir resistiendo la voluntad y misericordia de Dios, para un propósito que muestra la Gloria de Dios y alcanza una meta que adelanta el Reino de Dios. En otras ocasiones, un endurecimiento temporero, por mano de Dios puede ocurrir para traer a esa persona a un punto de arrepentimiento. Así como la mayoría de nosotros hemos aprendido de la manera más dura, el cambio usualmente solo ocurre dentro de nosotros cuando el dolor de nuestra condición es finalmente tan grande que nos convertimos verdaderamente abiertos para escuchar a Dios. Así que, puede ser que Dios va a endurecer el corazón de un hombre por un tiempo, para el bienestar futuro de ese hombre….ya que Dios nos conoce muy bien para saber exactamente en qué punto de dolor y molestia, si hay tal momento para nosotros,  nosotros finalmente nos sometemos a Dios y somos salvos de la destrucción eternal.  

Y, tercero, es nuestra continua rebeldía la que contribuye al endurecimiento de nuestros corazones. No es la voluntad de Dios que nosotros perezcamos. Pero, eso no quiere decir que la mayoría de los humanos no van a perecer. Nosotros sabemos de la Biblia que solo lo que es descrito como un “remanente” permanecerá firme en la fe, y por consiguiente preservará nuestras vidas. Así que paso a paso, cada vez que nosotros hacemos caso omiso de la amonestación de Dios para nosotros, cada vez que decimos “todavía no” a su Señorío, nuestras mentes se convierten resistentes al Espíritu de Dios. Hasta, que poco a poco, casi sin darnos cuenta, nuestro rechazo del Espíritu de Dios se completa; y para esto no hay remedio, no hay esperanza ni salvación. Como dice Proverbios 29 “….el hombre que es reacio a la reprensión y endurece su cerviz, súbitamente será quebrantado y no habrá remedio para él”.  

Ahora a Moisés se le dan instrucciones más a fondo de lo que le tiene que decir exactamente al Faraón. Claramente, Moisés debe hacerlo perfectamente claro que él está parado frente al Faraón no como un líder rebelde de Israel, sino como un profeta para Dios. Dios le dice a Moisés que le aconseje a Faraón que Israel es tan importante para Dios, que Dios ve a Israel como Su Primogénito. Y, que EL quiere a su primogénito libre para servirle a EL.  

Ahora, esta costumbre de “primogénito” varia un poco de sociedad en sociedad en tiempos de antigüedad, pero en general, tenía el mismo significado. El primogénito, siempre habla del primogénito VARON, era considerado un hijo de significado especial. Faraón ciertamente había entendido lo que Moisés le estaba diciendo a él. A través de Génesis nosotros hemos visto el lugar de honor que va con el primogénito. Pero, hay algo más que debemos de darnos cuenta: el ser etiquetado como primogénito, indicaba que debía de haber un hijo segundo…y tal vez un 3ro, 4to, 5to y más. En otras palabras, la implicación es que después del primogénito, otros iban a seguir. Recuerda que cuando Jacob pasó por encima de su hijo primogénito, Rubén, como el que debía recibir la bendición de la doble porción y el derecho a gobernar a Israel cuando Jacob muriera, el próximo en línea era Simeón, el cual Jacob también paso por alto con una explicación, y luego Levi, el 3ro en nacer, quien también fue pasado por alto con una explicación…hasta que Jacob llega a Judá, el 4to en nacer, y le da a él los derechos de “primogenitura” de dirigir la tribu. El orden de nacimiento, comenzando con el primogénito, era crítico. ¿Quién había de ser el segundo en nacer? ¿Quién debía, en un futuro, llegar a ser los nuevos miembros en la familia de Dios? Es lo que nosotros conocemos ahora como la Iglesia…pero en términos más detallados, en realidad se está refiriendo a los gentiles. 

Así que, en el verso 23 donde Jehová le dice al Faraón “pero has rehusado dejarlo ir, (queriendo decir el primogénito de Dios, el cual es Israel) libre, entonces yo daré muerte a tu primogénito: Entiende, que aquí tenemos dos cosas pasando a la vez. Moisés debe primero explicar que Israel es el primogénito de Dios, y que solo DESPUÉS que Faraón se rehusé, en algún momento, Moisés debe amenazarlo con la muerte del primogénito del Faraón…el heredero al trono de Egipto.  .

La jornada de Madián a Egipto comienza, y nosotros inmediatamente encontramos esta extraña historia en los versos 24-26. Aquí vemos a la esposa de Moisés, Tzippora, mal humorada. Pero justo antes QUE nosotros vemos que Dios no está muy contento, tampoco. Ahora, hasta hace poco, yo tomaba este significado como que Dios estaba amenazando la vida de Moisés. ¿Pero, porqué Dios amenazaría de matar al hombre que acababa de nombrar a ser su Mediador, antes de que Moisés pudiera comenzar su asignación? Yo no creo que la amenaza fue para Moisés; estaba dirigida a su hijo.  

Aparentemente, el hijo de Moisés (él tenía dos hijos hasta este momento y muchos de los estudiosos piensan que tenía que ver con su 2ndo hijo) aún no había sido circuncidado. Y, la Tradición de los eruditos Israelitas de antigüedad era que Moisés muy bien sabía que debía circuncidar a su hijo, pero Tzippora no lo dejaba. Era la responsabilidad del hombre, del padre, ejecutar la circuncisión a su propio hijo.  

Aún más, ¿Cómo era que el gran Mediador, Moisés, ¿no iba a seguir las instrucciones de Dios de circuncidar a sus propios hijos? De todos modos, nosotros vemos que Moisés era cualquier cosa menos un hombre fuerte. Él no era un líder natural. Ni tan siquiera con su propia familia. Así que, ¿cómo era posible que Dios iba a usarlo a Él para dirigir a 3 millones de Israelitas fuera de la esclavitud? Mucha más evidencia de que no es por nuestras propias fuerzas, sino que, por el Señor, que todas las cosas son alcanzadas para bien.  

¿Con quién Tzipporah estaba enojada? Con Moisés, porque él había “escogido” este Dios que demandaba tales cosas. Vez, esa era la manera de pensar de aquellos tiempos porque el hombre no era escogido por los dioses, los dioses eran elegidos, y a veces los cambiaban en favor a otro, por los hombres. ¿No te gusta tú dios? ¡Búscate uno nuevo! Aquí tenemos una buena lección que los hombres de antigüedad, pervertidos por el sistema de la religión misteriosa de Babilonia, pensaban que ELLOS estaban en control para decidir quién o qué servir. 

Ahora, no voy a pasar mucho tiempo en este próximo punto, pero tampoco quiero pasarlo por alto. Hay una conexión orgánica entre la circuncisión y la Pascua. Y, entre la circuncisión y la Pascua y la muerte de Cristo. En cada caso, algo tiene que morir, hay un elemento de separación de Dios, y la sangre está en el centro de todo este evento. Así que, con esto en mente permítanme señalar un uso extraño de la palabra hebrea en el verso 25 que siempre ha tenido a los Rabinos rascándose sus cabezas. Pero, yo creo que tiene alusión Mesiánica, y ocurre donde dice Tzipporah “…cortóel prepucio de su hijo…” Primero, date cuenta de que fue Tzipporah la que hizo la circuncisión. Pero más importante aún, en hebreo la palabra usada para “cortar” es karet. Ahora, nosotros hemos discutido esta importante palabra hebrea anteriormente, porque su significado es que una persona debe ser separada del pueblo de Dios, pero también ser separada (permanentemente) de Dios. Cuando una acción de sencillamente cortar…como cortarse un dedo, o cortando una soga, o cortando carne es discutido en la Torá, hay varias palabras hebreas convencionales usadas como natach, o gazith, o batar, o milah. De hecho, el acto de circuncisión se llama B’rit milah, porque literalmente significa “cortar un pacto”, y la circuncisión es parte de la entrada requerida a la comunidad de los hebreos. Así que, ¿porque el término karet ha sido usado aquí…aparentemente un mal uso completo del término…cuando esto se está refiriendo a una acción común de cortar algo…en este caso, el cortar el prepucio?   

Hay un maravilloso y profético simbolismo usado aquí. La idea de remover el prepucio es que un pedazo de carne, parte del cuerpo esta corrompido, debe ser removido, separado, y debe morir. De hecho, el procedimiento hebreo empleado comúnmente es que el prepucio debe literalmente ser enterrado en la tierra porque está muerto.  

Cuando el Nuevo testamento habla de morir a la carne…una frase que todos hemos escuchado…es usada con el simbolismo de la circuncisión en mente. Que muere de la carne…en el caso de la circuncisión el prepucio del hombre, en el caso de la Pascua cada persona en Egipto que no se sometió a la voluntad y ofrecimiento de la salvación de Dios, y en el caso de Cristo su cuerpo físico…todos son karet: cortados de Dios. Aun Cristo exclamó desde la Cruz Mi Dios, Mi Dios, ¿porque me has abandonado? Hubo un momento cuando Jesús, el hombre, en su carne, fue karet….espiritualmente cortado, karet del Padre.   

Al pasar del tiempo vamos a continuar discutiendo el principio de karet, pero lo vamos a dejar aquí por el momento.  

Una otra cosa: vamos a ver más tarde en Éxodo (18), Jethro trayendo a su hija Tzipporah y a sus dos hijos a encontrarse con Moisés de regreso de su viaje de Egipto. Uno solo puede especular, fácilmente, que al igual que Moisés tenía poco carácter en este momento de su vida, Tzipporah no era de gran ayuda tampoco. Moisés probablemente la envió con su padre…como resultado directo del episodio de la circuncisión, u otra cosa.  

El verso 27 nos lleva atrás, unos cuantos días, o semanas, ANTES de Moisés comenzar su jornada a Egipto. Como se nos dijo anteriormente, Aarón, el hermano de Moisés, iba a jugar un papel importante en la confrontación con Faraón. Así que, Dios envío a Aarón a Madián para encontrarse con Moisés, e interesantemente, DONDE se encontraron fue en la Montaña de Dios, Mt. Sinaí/Horeb en Madián. Y, allí Aarón se enteró del encuentro que Moisés tuvo con Dios, y lo que la misión debía de ser.  

Así que, la secuencia es esta, Moisés y su familia salen para su jornada en Egipto. La jornada los lleva de regreso hacia la montaña de Dios. En la montaña de Dios, Moisés se encuentra con Aarón. Aarón entonces lo acompaña en el restante del viaje de Madián a Egipto…acerca de 175-200 millas de viaje. Cuando ellos llegan, inmediatamente reúnen a los ancianos, los representantes de la gente común hebrea, y Aarón les habla a los ancianos y les presenta todas las señales que Dios le ha dado a Moisés, y tal como Dios le dijo a Moisés que iba a pasar, sucedió, la gente escuchó y vieron y creyeron. Y, ellos alabaron a Dios por eso.